Un fallo en un transformador es una pesadilla para las empresas, ya que suelen tener un coste directo e indirecto muy elevado. Implementar la termografía como técnica de mantenimiento predictivo permite monitorizar cualquier anomalía térmica. Podrá programar actuaciones de mantenimiento cuando sea necesario, evitando riesgos y ahorrando en acciones correctivas y tiempos improductivos.